Tener un gatito en casa es una experiencia única: estos animales, con fama de independientes y soberbios, son unos compañeros de vida ideales si se les dan los cuidados y atenciones necesarias. Y, aunque lo ideal es adoptar a estas mascotas cuando ya han crecido lo suficiente y se han destetado de las madres, en ocasiones esto no es posible.
Muchos usuarios llegan a Kissa Veterinarios con muchísimas preguntas sobre cómo cuidar a un gato recién nacido. Por eso, nuestro equipo de veterinarios ha preparado una serie de consejos esenciales para afrontar esa primera etapa de vida de nuestros amigos felinos con las mejores garantías.
La alimentación es la clave
Un gato recién nacido suele alimentarse de la madre. Como todos los mamíferos, las gatas gestantes desarrollan sus mamas y dan de beber una nutritiva leche a todos sus bebés.
Cuando esto no es posible, lo primero que debe preguntarse el dueño es con qué alimentar a un gato recién nacido. De esto dependerá que el cachorro se desarrolle bien y que pueda superar las primeras semanas con fuerza y salud.
Para responder a esta cuestión es importante tener en cuenta la edad del animal. De esto dependerá el tipo de alimento que se le puede ir dando y el modo, cantidad y frecuencia de esta ingesta.
- De cero días a un mes: los gatitos recién nacidos deberían alimentarse de leche materna hasta que cumplen, al menos, un mes. Este debería de ser el alimento exclusivo que entre en su estómago. Por eso, ante la ausencia de madre hay que adquirir leche maternizada. El modo de dársela es con un biberón y el líquido a unos treinta y siete grados. Se darán ocho tomas al día cada tres horas.
- A partir del mes: en el caso de estos gatitos que no han bebido directamente de la madre, se recomienda mantener la ingesta de leche. Eso sí, a partir de la cuarta semana se pueden incluir pequeñas porciones de alimento húmedo.
- Tras la sexta semana: se puede incluir pienso poco a poco. Hay que optar por un pienso para bebés y darlo según las instrucciones del fabricante. Poco a poco se puede retirar la leche.
Adaptar la casa
Con las necesidades alimentarias cubiertas, el segundo e indispensable paso es adaptar el que va a ser su hogar de ahora en adelante. Lo principal es dotar al nuevo habitante de la familia de todo lo necesario: una caja de arena para sus necesidades, uno o varios bebederos y comederos y un par de camitas que podrá usar cuando le apetezca.
Además de esto, es interesante contar con juguetes, superficies en altura para que se suba cuando crezca, etc. Por último, hay que revisar el hogar para que este sea seguro: poner mallas antiescape en ventanas y balcones, por ejemplo, es clave para no llevarse ningún susto desagradable con la mascota.
Atención diaria
Desterremos de una vez esa idea de que los gatos van únicamente a su aire. Es cierto que son menos dependientes que los perros, pero no que no necesiten atenciones. Esto es especialmente relevante en el caso de los gatos recién nacidos. La ausencia de la madre hace que el ser humano que los cuida sea su principal referente. Por eso, hay que darles atención diaria.
¿Cómo? Jugando con ellos para que hagan ejercicio. Un ratón que se mueve solo, un palito con una tira de tela o cualquier otro elemento puede proporcionarle al peludo un par de horas de entretenimiento sin límites. Además de cansarlo, el ejercicio compartido lo ayudará a comprender que hay alguien preocupado por él.
Revisión de salud
Por supuesto, las visitas al veterinario y las atenciones médicas van a convertirse en una constante. Conviene ponerse en manos de profesionales como nosotros, que podemos asesorar a los adoptantes sobre el calendario de vacunaciones, revisiones o desparasitaciones. Además, es importante controlar las bolas de pelo y otra serie de cuidados que harán que el gato goce de buena salud y tenga una larga y plácida vida.
Estos son los cuatro consejos esenciales para los cuidados de un gato recién nacido. Siempre con la ayuda de los veterinarios, conseguirás que el felino supere las primeras semanas de vida y se convierta en uno de los mejores compañeros en tu día a día.
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